Santo Tomás de Aquino es una de las figuras más fascinantes de la historia de la filosofía y la teología cristianas. Nacido en 1225 en Italia, creció en una familia noble, pero desde muy joven demostró una inusual inclinación hacia la vida religiosa. Contra la voluntad de sus padres, decidió ingresar en la Orden de los Dominicos, lo que causó gran polémica en la época, ya que esperaban que siguiera una carrera más "adecuada" a su posición social. Cuentan que, para disuadirlo, sus hermanos llegaron a encerrarlo en una torre durante más de un año, pero nada quebrantó su determinación.
Tomás tenía una mente brillante y una curiosidad insaciable. Durante sus estudios, se sumergió en textos antiguos de filósofos griegos como Aristóteles y logró unir estos conocimientos con la teología cristiana de una manera nunca antes se había hecho. Su capacidad para conectar la fe y la razón era tan impresionante que llegó a ser conocido como el "Doctor Angélico". Además, sus obras influyeron profundamente en el pensamiento occidental y todavía hoy son estudiadas por filósofos, teólogos y académicos de todo el mundo.
A pesar de su notable intelecto, Santo Tomás era una persona humilde y dedicada. Los informes dicen que tenía un corazón puro y una espiritualidad profunda, y que a menudo entraba en un estado de éxtasis durante sus oraciones. Curiosamente, cerca del final de su vida, habría afirmado que todo lo que escribía parecía “paja” comparado con la grandeza de Dios, mostrando que, para él, el misterio de la fe siempre superaba cualquier entendimiento humano. Es un ejemplo inspirador de cómo la búsqueda del conocimiento puede ir de la mano con la devoción y la humildad.
Peso: 340 g
Altura: 23 cm
*Imágenes sólo con fines ilustrativos.
**Producto frágil.
***Pintura semimanual, lo que genera diferencias individuales para cada producto.
