Ogum es el orixá guerrero, señor del hierro, el fuego y las batallas, reverenciado con respeto y devoción en las tradiciones del Candomblé y la Umbanda. Representa la fuerza implacable que abre caminos, superando terrenos difíciles y protegiendo a quienes buscan su ayuda. Se dice que fue el primero en dominar el hierro y, con él, creó herramientas y armas que ayudaron a la humanidad a progresar, convirtiéndose en símbolo de la evolución y el trabajo.
Su espíritu incansable está asociado con la lucha por la justicia y el enfrentamiento de desafíos. Ogum es visto como un líder intrépido, que no teme la guerra cuando es necesaria, pero también sabe valorar la paz lograda con esfuerzo. Muchos dicen que él camina adelante, abriendo senderos donde antes solo había obstáculos, guiando a sus hijos con determinación y valentía. Es el guardián de los caminos y las encrucijadas, aquel que asegura que nadie quede atrapado por sus propias limitaciones.
La presencia de Ogum siempre es vibrante e intensa, marcada por su energía inquebrantable. Nos enseña que, incluso en los momentos más difíciles, debemos avanzar con firmeza y perseverancia. Su figura nos recuerda que la verdadera victoria no está solo en la fuerza física, sino también en la disciplina, el honor y el compromiso con lo que creemos. Es el orixá que nos da el coraje para enfrentar la vida con la espada en mano y el corazón protegido, demostrando que, con fe y esfuerzo, ningún camino permanece cerrado por mucho tiempo.
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Notas: