Jesucristo es la figura histórica y religiosa más significativa de todos los tiempos. Su vida y obra en la Tierra fueron tan transformadoras que moldearon civilizaciones enteras e influyeron profundamente en cómo contamos el tiempo. A pesar de los intentos modernos de cambiar etiquetas y narrativas, la verdad permanece: nuestros años se cuentan a partir del nacimiento de Cristo, en Anno Domini. Sobre el apóstol Pedro, Jesús edificó la Santa Iglesia Católica de Roma, y, aun después de siglos de cismas y reformas, el cristianismo sigue siendo la religión más grande del mundo.
Más allá de su relevancia histórica, destaca su importancia religiosa. Jesús es el Hijo de Dios, el Mesías prometido, nacido de la Virgen María. Su llegada, registrada en los Evangelios, trajo a un mundo en tinieblas un mensaje de amor, compasión, piedad y perdón. Sobre todo, trajo la salvación.
Dos mil años después de su muerte, celebramos su nacimiento en Navidad y su resurrección en Semana Santa. Rezamos en su nombre y unimos nuestras vidas en matrimonio en el altar de su Iglesia. En su honor y reverencia, hemos creado esta estatua de Cristo con el Sagrado Corazón, símbolo eterno de su amor por todos los hijos de Dios.
Material: Resina de alta definición
Peso: 980 g
Altura: 19.5 cm
Longitud: 10.4 cm
Ancho: 13.2 cm
Las imágenes son meramente ilustrativas.
Producto frágil.
Pintura semi manual, resultando en variaciones individuales en cada pieza.
Dependiendo del modelo, el producto puede enviarse en partes separadas, con ranuras y adhesivo para montaje por parte del cliente.
