Cleopatra supo desde temprano que gobernar exigía más que solo un título. Inteligente y carismática, dominaba varios idiomas y tenía una habilidad rara para la política. Cuando ascendió al trono de Egipto, se enfrentaba a un mundo dominado por Roma, donde las alianzas podían ser tan mortales como las espadas. Pero ella no se intimidó. Con estrategia y encanto, se acercó a Julio César, asegurando la estabilidad de su reino y fortaleciendo su posición en el escenario internacional.
Tras la muerte de César, el juego político se volvió aún más peligroso. Sin embargo, Cleopatra no era una mujer de retroceder. Con su presencia magnética, conquistó a Marco Antonio, uno de los hombres más poderosos de Roma. Juntos, formaron una alianza que mezclaba pasión y poder, desafiando las fuerzas que intentaban someter a Egipto. Pero Roma no perdonaba a los rivales, y la rivalidad con Octavio llevó a un final trágico.
Se dice que, rodeada por el enemigo y sin salida, Cleopatra eligió su propio destino, negándose a ser exhibida como un trofeo. Su muerte se transformó en leyenda, y su historia resuena hasta hoy como un símbolo de astucia, fuerza y seducción. Más que una reina, fue un enigma, una mujer que supo doblar los vientos de la historia a su favor, incluso ante las tormentas.
Material: Resina de alta definición
Peso: 250 g
Altura: 18 cm
Longitud: 8.1 cm
Ancho: 10 cm
Imágenes meramente ilustrativas.
Producto frágil.
Pintura semi manual, resultando en diferencias individuales en cada producto.
Dependiendo del modelo, el producto puede enviarse en partes separadas, con encaje y pegamento, para que el cliente lo arme por sí mismo.
