Georg Wilhelm Friedrich Hegel nació en 1770, en Alemania, en una época en la que el mundo hervía con ideas revolucionarias. Desde joven, mostró un talento impresionante para la filosofía, sumergiéndose en los textos de los grandes pensadores que lo precedieron. Pero Hegel no quería simplemente repetir lo que ya se había dicho; quería transformar la manera en que entendemos la realidad. Mientras Francia ardía en revoluciones y Napoleón marchaba por Europa, él observaba todo esto y reflexionaba sobre los caminos de la historia.
Su vida fue un viaje de desafíos y descubrimientos. Pasó años como profesor, escribiendo y debatiendo sus ideas, muchas veces de manera tan compleja que incluso otros filósofos tenían dificultades para seguirlo. Pero Hegel creía que todo en la vida era un proceso de transformación constante, un juego de opuestos que chocan y crean algo nuevo. Veía la historia como un movimiento dinámico, donde cada evento conducía al siguiente, como un río que nunca deja de fluir.
A pesar de que su fama creció con el tiempo, Hegel no vivió rodeado de lujo ni recibió reconocimiento inmediato. Falleció en 1831, dejando un legado que solo sería plenamente comprendido más tarde. Su pensamiento influyó en grandes nombres de la filosofía, la política e incluso la literatura. Hoy, sus ideas siguen generando intensos debates, demostrando que su visión sobre la transformación del mundo sigue siendo relevante.
Material: Resina de alta definición
Peso: 490 g
Altura: 18,5 cm
Longitud: 10 cm
Ancho: 9 cm
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