Juana de Arco, conocida como la Doncella de Orléans, es una de las figuras más emblemáticas de la historia de Francia. Nacida en 1412 en Domrémy, desde joven creía escuchar voces de santos que la guiaban. Estas voces le decían que debía ayudar al delfín Carlos a recuperar el trono de Francia, en un período crítico de la Guerra de los Cien Años contra Inglaterra.
Con 17 años, Juana consiguió una audiencia con Carlos VII y, impresionado por su determinación y fe, le permitió liderar un ejército para levantar el sitio de Orléans. Vestida como un soldado y con una bandera blanca en las manos, inspiró a las tropas francesas a una serie de victorias decisivas. Su valentía y carisma la convirtieron en un símbolo de esperanza para el pueblo francés, y en 1429, Carlos VII fue coronado rey en la catedral de Reims, con Juana a su lado.
Desafortunadamente, el camino de Juana fue corto y trágico. Capturada por los borgoñones, aliados de los ingleses, fue entregada a un tribunal eclesiástico que la juzgó por herejía y brujería. En 1431, con solo 19 años, Juana de Arco fue quemada en la hoguera en Ruan. Siglos después, en 1920, fue canonizada por la Iglesia Católica, convirtiéndose en Santa Juana de Arco. Su historia de valentía y sacrificio sigue inspirando a muchos, simbolizando la lucha por la justicia y una fe inquebrantable.
Material: Resina de alta definición
Peso: 390 g
Altura: 23 cm
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