Santa Verónica es una figura llena de misterio y devoción en la tradición cristiana. Su nombre está vinculado a un momento conmovedor del Vía Crucis, cuando, movida por la compasión, se acercó a Jesús cargando la cruz y le enjugó el rostro ensangrentado con un velo. Según la tradición, el rostro de Cristo quedó impreso milagrosamente en la tela, convirtiéndose en uno de los iconos más venerados del cristianismo. Aunque no sabemos mucho de su vida personal, Verónica simboliza el coraje y la empatía en medio del sufrimiento.
El gesto de Verónica no fue sólo un acto de piedad, sino también de desafío. En ese momento de persecución y humillación pública, ella afrontó el desprecio de la multitud para ofrecer un alivio, por pequeño que fuera, al sufrimiento de Jesús. Este sencillo acto de bondad la transformó en una figura ejemplar de humanidad y fe, demostrando que incluso los gestos más simples pueden tener un impacto eterno.
Con el tiempo, la historia de Santa Verónica se convirtió en un símbolo de compasión y servicio a los demás. Su nombre, que significa “imagen verdadera” en griego, es recordado como una expresión de amor desinteresado que trasciende la adversidad. La tradición del velo de la Verónica continúa inspirando a las personas en su viaje espiritual, recordándoles que a veces la mayor fuerza reside en los gestos simples, hechos desde el corazón.
Material: Resina de alta definición
Peso: 326 g
Altura: 13,5 cm
Longitud: 11,5 cm
Ancho: 11,5 cm
*Imágenes sólo con fines ilustrativos.
**Producto frágil.
***Pintura semimanual, lo que genera diferencias individuales para cada producto, tanto en color como en peso.
****Dependiendo del modelo, el producto puede enviarse en piezas separadas, con herrajes y pegamento, para que el cliente las pegue entre sí.
