Tutankamón ascendió al trono de Egipto siendo aún un niño, rodeado de intrigas y consejeros que dictaban el rumbo de su reinado. Su nombre resuena como uno de los más famosos entre los faraones, pero no fue por grandes hechos en vida que se convirtió en legendario. Gobernando durante el turbulento final de la XVIII dinastía, intentó restaurar el antiguo orden religioso después de los cambios radicales de su predecesor, Akenatón. Sin embargo, su juventud y su salud frágil acortaron su tiempo en el poder, dejando más misterios que certezas sobre su breve paso por la historia.
El gran fascinación por Tutankamón llegó siglos después, cuando su tumba fue descubierta intacta en el Valle de los Reyes, llena de tesoros que revelaron el esplendor de la civilización egipcia. El brillo del oro y los artefactos meticulosamente trabajados lo convirtieron en un ícono, transformando su imagen en el símbolo de la grandeza de los faraones. Pero junto con el descubrimiento llegaron rumores de maldiciones y tragedias que afectaron a los involucrados en la expedición, alimentando leyendas sobre el joven rey y su descanso perturbado.
Incluso después de milenios, Tutankamón sigue cautivando la imaginación del mundo. Su rostro, inmortalizado en la máscara funeraria, observa a aquellos que intentan descifrar su historia. Entre el esplendor de su tumba y los secretos no revelados de su muerte, sigue siendo uno de los enigmas más intrigantes del Antiguo Egipto, una sombra dorada que nunca dejó de brillar.
Material: Resina de alta definición
Peso: 330 g
Altura: 23,5 cm
Longitud: 11 cm
Ancho: 8 cm
*Las imágenes son solo con fines ilustrativos.
**Producto frágil.
***Pintura semi manual, lo que da lugar a diferencias individuales en cada producto, tanto en color como en peso.
****Dependiendo del modelo, el producto puede enviarse en partes separadas, con encaje y pegamento, para que el cliente lo ensamble.
*****El peso puede variar según la fabricación de la pieza.
