El Discóbolo, una escultura icónica de la Antigua Grecia, representa la perfección del cuerpo humano en movimiento. Creada por el escultor griego Míron alrededor del 455 a.C., esta obra maestra esculpida en mármol retrata a un atleta en el momento exacto de lanzar un disco. La belleza y la armonía capturadas en la pose dinámica del Discóbolo celebran la excelencia física y atlética en la sociedad griega antigua.
Míron, conocido por su habilidad para esculpir la anatomía humana con gran realismo, elevó la escultura griega a nuevas alturas con el Discóbolo. La obra representa no solo la destreza técnica del escultor, sino también la reverencia de los griegos por la competencia atlética y su adoración por el cuerpo humano en movimiento. En la antigüedad, estatuas como el Discóbolo eran apreciadas no solo como obras de arte, sino como expresiones visuales de la búsqueda de la excelencia física y mental.
A lo largo de los siglos, el Discóbolo ha influido en innumerables representaciones artísticas y sigue siendo un símbolo eterno de la búsqueda de la perfección y la apreciación de la forma humana en su más sublime logro atlético. Su presencia sigue resonando en el arte contemporáneo y es un testigo silencioso de la rica herencia cultural que se extiende desde la Antigua Grecia hasta el presente.
Material: Resina de alta definición
Peso: 312 g
Altura: 20 cm
Longitud: 12.3 cm
Ancho: 7.9 cm
Notas: