En la magnífica figura del crucifijo con el rostro de Jesucristo, podemos contemplar la fascinante historia de un hombre que trascendió los límites de la humanidad. Jesús, el Hijo de Dios, nació en Belén y, a lo largo de su vida, compartió enseñanzas de amor, compasión y perdón que siguen resonando hasta el día de hoy.
Su camino terrenal estuvo marcado por milagros y encuentros con personas de todos los estratos sociales. Curó a los enfermos, acogió a los marginados y trajo esperanza a los corazones desesperados. Su mensaje de paz y redención tocó a la humanidad de una manera única, transformando vidas y brindando consuelo en tiempos de dificultad.
La imagen de Jesús en la cruz representa su crucifixión, un evento de profundo significado espiritual. Nos recuerda el sacrificio que Jesús hizo por amor a la humanidad, ofreciéndose como un cordero para liberarnos del pecado. La expresión en su rostro lleva el dolor y la compasión que Él sintió al cargar con el peso de nuestras transgresiones.
Tener este crucifijo en su hogar es traer consigo un símbolo de fe, esperanza y redención. Nos invita a reflexionar sobre la vida de Jesús, sus palabras de sabiduría y el amor incondicional que Él demostró. Al mirar este rostro sereno, recordamos la fuerza interior que podemos encontrar en momentos de adversidad y la capacidad de renovación espiritual que el mensaje de Jesús trae.
Peso: 100 g
Altura: 26 cm
Longitud: 18,5 cm
Espesor: 1,7 cm
Imágenes meramente ilustrativas.
El producto es semi artesanal, por lo que puede haber pequeñas variaciones en relación con la foto, dimensiones y peso.
*Producto destinado a decoración, definitivamente no es un juguete.
**Producto frágil.
*****El tono de color puede variar de un monitor a otro.