Paracelso era un hombre inquieto, desafiante y adelantado a su tiempo. Nacido a finales del siglo XV, viajó por toda Europa en busca de conocimiento, aprendiendo de curanderos, mineros, alquimistas y cualquiera que tuviera algo que enseñarle. Mientras la medicina aún se aferraba a las tradiciones antiguas, él se atrevía a cuestionar las prácticas establecidas y a buscar nuevos caminos. Creía que la naturaleza escondía secretos que podían ser descubiertos mediante la observación y la experimentación, una idea revolucionaria para su época.
Su temperamento explosivo y su negativa a seguir las convenciones lo convirtieron tanto en un genio como en un enemigo de muchos. Despreciaba a los médicos que confiaban únicamente en los escritos antiguos, llegando incluso a quemar libros considerados intocables. Para él, la curación residía en la comprensión de la relación entre el cuerpo, la mente y el universo. Su trabajo incluía el estudio de los elementos, los venenos y las sustancias que podían tanto matar como salvar, dependiendo de la dosis, un principio que influenciaría la medicina moderna.
A pesar de su genialidad, pasó gran parte de su vida en conflicto con las autoridades académicas y religiosas. Murió sin riquezas ni reconocimiento, pero su fama creció con el tiempo. Hoy en día, es recordado no solo como un pionero de la medicina y la química, sino también como un espíritu libre, un hombre que desafió al mundo que lo rodeaba para seguir sus propias convicciones. Su legado vive en aquellos que se atreven a cuestionar y a buscar más allá de lo que se acepta como verdad absoluta.
Material: Resina de alta definición
Peso: 490 g
Altura: 18,5 cm
Longitud: 10 cm
Ancho: 9 cm
Las imágenes son solo ilustrativas.
Producto frágil.
Pintura semi manual, lo que puede resultar en variaciones individuales.
Dependiendo del modelo, el producto puede enviarse en partes separadas para su montaje.